La perca, pese a estar catalogada como especie alóctona, avanza en su imparable colonización por las aguas de la península con la complicidad de muchos pescadores que la ven como el pez del momento. Cualquier artificial bien presentado será atacado sin piedad si la perca está de caza o mínimamente activa, fallando pocas picadas si pescamos con vinilos, ya que ni mucho menos tiene la picada tan sutil como la lucioperca, dando muchas más oportunidades de clavada al pescador, ya que incluso si no nota hierro o no se ha clavado a la primera, puede repetir en su ataque hasta tragarse por completo el señuelo. Para ello es muy importante la textura blanda del vinilo y si lleva esencia, mejor que mejor. Su pelea es dura, con fuertes cabezazos y buscando el fondo para rozar la línea en obstáculos como rocas, troncos y vegetación sumergida. El hecho de estar activa todo el año y a tiro de caña del pescador de orilla, h...
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